Los recursos están en una cuenta de la familia El-Mann

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El misterio de los 2 mil millones de pesos que el fiscal Alejandro Gertz Manero mostró en un cheque enorme durante una conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, en febrero del 2020, fue resuelto, pero sin tener aún el gobierno la disponibilidad del dinero que tanto se ‘cacareó’ como una proeza.

En los últimos días, la Fiscalía General de la República reveló información sobre lo que se consideraba una de las más grandes incógnitas de la presente administración: el destino de estos 2 mil millones de pesos que se recuperaron de un supuesto fraude al Infonavit y que iban a ser utilizados para pagar los premios de la rifa del avión presidencial. La respuesta al acertijo fue sencilla, pero increíble: los recursos están en una cuenta de la familia El-Mann en el BBVA, congelados por un acuerdo de la Unidad de Inteligencia Financiera.

Resulta que los Ministerios Públicos de la FGR aún analizan con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores posibles violaciones a la Ley del Mercado de Valores, o a algún otro ordenamiento legal, por parte de los propietarios de Fibra UNO, quienes omitieron informar a la Fiscalía de su condición financiera cuando se sentaron a negociar el supuesto acuerdo reparatorio.

Se dice que el fiscal Alejandro Gertz Manero se siente engañado por lo que considera una mentira de André y Max El-Mann Arazi; una omisión que lo llevó a hacer prácticamente el ridículo en la conferencia de prensa del 10 de febrero de 2020, cuando se presentó ante el presidente de la República para entregar el famoso cheque por 2 mil millones de pesos.

En ese entonces, en una de las mañaneras en las que se vio más sonriente al Presidente, se entregó el cheque al director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, Ricardo Rodríguez Vargas, supuestamente para materializar acciones de bienestar, y se calificó a aquel momento como un suceso que pasaría a la historia. El Presidente no se equivocó: esa foto pasó a la historia, aunque no precisamente de la manera en la que se esperaba.

Transcurrieron unas semanas para que el Infonavit hiciera manifiesto su descontento con los planes que se tenían para esos recursos, los cuales habían salido del presupuesto del Instituto y, por lo tanto, debían regresar a su fuente original. De hecho, el equipo legal del director, Carlos Martínez Velázquez, mantiene una batalla con los Ministerios Públicos para evitar que, respecto a la familia El-Mann, se resuelva un No Ejercicio de la Acción Penal.

Meses más tarde, los millones del famoso cheque causaron también polémica en el Indep, sobre todo tras la fugaz administración de Jaime Cárdenas, quien determinó –entre muchas otras irregularidades que encontró en esa oficina– que los recursos ofrecidos por la FGR no tenían acreditado jurídicamente su origen y destino; es decir, tras identificar que no existía un procedimiento para asegurar los bienes, Cárdenas decidió ni siquiera acercarse al banco a preguntar.

Se tienen registros de que el proceso para congelar activos de la familia El-Mann dio inicio en enero de 2020, cuando mediante el oficio 110FB6462020 se solicitó a la CNBV información sobre sus cuentas bancarias, tanto de estos empresarios como de los hermanos Rafael y Teófilo Zaga Tawil, también socios en la empresa Telra Realty, acusada de defraudar al Infonavit a través del programa de Movilidad Hipotecaria.

La revisión del estatus legal de los hermanos El-Mann y sus finanzas era de carácter obligatorio para el personal de la FGR. Incluso les correspondía completar el trámite de aseguramiento judicial para proceder a aplicar la figura de extinción de dominio, indispensable para poder hacer uso de los recursos y para transferirlos al Indep.

Ha pasado más de un año y medio y pese a lo mediático del caso no se ha podido echar mano de esos 2 mil millones de pesos… ¡ni siquiera para enfrentar la pandemia! Lozoya y la impunidad

El bochornoso episodio que vivió Emilio Lozoya la noche del sábado, cuando fue fotografiado por la periodista Lourdes Mendoza en el restaurante Hunan de las Lomas de Chapultepec, exhiben la impunidad de un hombre que se siente protegido, pese a los delitos que se le imputan, y por supuesto el desaseo del caso por parte de la Fiscalía General de la República, que le ha dado un trato privilegiado al exdirector de Pemex.

Resulta increíble que Lozoya, considerado uno de los íconos de la corrupción del sexenio de Enrique Peña Nieto, se pasee por cualquier lugar de la Ciudad de México mientras la FGR y los jueces que llevan su caso le regalan todo el tiempo que quiera para presentar las pruebas contra las 70 personas que denunció.

En esta columna hemos dado cuenta de los intentos de la Fiscalía y de los abogados de Lozoya por lograr un acuerdo reparatorio con Pemex, pese a que el criterio de oportunidad al que está sujeto no considera esta figura.

El caso Lozoya es explosivo y, luego de haberse usado mediáticamente por el presidente López Obrador y su gobierno, ya no da más… que para la impunidad.

Por cierto, una de las acompañantes de Lozoya en el restaurante Hunan es Doris Beckmann Legorreta, heredera del emporio tequilero de Cuervo y creadora de la marca Maestro Dobel, que lleva las primeras letras de su nombre y apellidos.

El exdirector de Pemex es muy amigo de la familia Beckman. Lozoya fue uno de los invitados de honor en la boda de Juan Domingo Beckmann y Laura Laviada Diez Barroso, en octubre del 2013. Los asistentes a la ceremonia y a la fiesta recuerdan a Lozoya como el centro de atención de los invitados: todos querían congraciarse con el otrora poderoso director de la empresa más grande de México: Petróleos Mexicanos. Posdata

Este fin de semana trascendió que el gobernador de Oaxaca, José Murat, dejaría las riendas de su gobierno para integrarse a la 4T, ni más ni menos que como titular de una de las unidades de negocio de la CFE, aunque no en sustitución de Manuel Bartlett. El rumor lo publicó en su cuenta de Twitter el presidente de los banqueros, Daniel Becker, lo que causó todavía más furor.

Aquí hemos hablado de las intenciones del Grupo Tabasco para destronar a Bartlett de la CFE, y que sea el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, quien tome las riendas de la empresa eléctrica. Este objetivo se ve cada vez más lejano, pues su estado está hecho un polvorín y transpira ingobernabilidad.

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